Daniel 5
Ahora hay un rey
babilonio de nombre Belsasar, como suele suceder, no aprendió de los errores de
su antecesor, quien por cierto si corrigió, y además de ello se atrevió a usar
utensilios del templo del Señor mientras adoraba otras cosas. Muchas personas
hacen esto mismo: No aprenden de la experiencia de sus antepasados, y toman a
la ligera a Dios. La consecuencia fue inmediata y perdió el reino con
prontitud. En medio de ello, está Daniel, que sin temor y con sabiduría explica
la visión de la mano que era una sentencia final de Dios al reinado de
Belsasar.
Daniel 6
Llega otro rey, pero
para entonces Daniel ha logrado desarrollar una carrera que le valió ser puesto
como una autoridad en el imperio, incluso estaban considerando ponerlo como el
primer ministro por así decirlo. Una trampa de los que lo envidiaban y que NO
ENCONTRABAN LA MANERA DE PERJUDICARLO YA QUE ERA EINTACHABLE, fue finalmente la
que lo llevo al pozo de los leones. Este pasaje que nos relata como entro al
pozo de los leones para salir intacto, nos recuerda que cuando somos
íntegros y estamos aun cumpliendo la
voluntad de Dios, él nos protegerá. El resultado no es olo para la vida de Daniel,
sino que incluye consecuencias para sus enemigos, quienes murieron despedazados
por los leones, y para el mismo rey Darío que honra a Daniel y al Señor como el
Dios verdadero.
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