Deuteronomio 25
La justicia es dar a cada quien lo que le corresponde. Por lo tanto, si bien hay temas en donde hay cero tolerancia, debe
de haber un equilibrio entre pena y transgresión. Esta es la idea de las penas
aplicadas a alguien por un juez y la cantidad máxima de azotes que debía
recibir. También bajo este principio se aplican sanciones a un hombre que no
contribuía con la posibilidad de que su hermano adquiriera descendencia y la
viuda de éste estabilidad financiera. Algunas otras normas regulan actos de inmoralidad,
como el que se describe de la mujer que se involucra en un pleito de hombres.
Las balanzas justas y otros detalles apuntan a la aplicación de la justicia en
cada aspecto del pueblo de Dios.
Deuteronomio 26
Los diezmos de cada año se distinguen de este diezmo adicional. La razón
es que Dios tuvo el propósito de tener una nación prospera, no unas cuantas
personas prósperas. Este diezmo dedicado a los levitas y a los que padecían necesidad
les daba oportunidades a todos. Esta parte de Deuteronomio cierra recordándoles
que Dios los bendecirá y hará superiores a las demás naciones, solo si ellos se
comprometen a cumplir sus mandamientos.
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