martes, abril 12, 2016

Deuteronomio 25 y 26

Deuteronomio 25
La justicia es dar a cada quien lo que le corresponde. Por lo tanto,  si bien  hay temas en donde hay cero tolerancia, debe de haber un equilibrio entre pena y transgresión. Esta es la idea de las penas aplicadas a alguien por un juez y la cantidad máxima de azotes que debía recibir. También bajo este principio se aplican sanciones a un hombre que no contribuía con la posibilidad de que su hermano adquiriera descendencia y la viuda de éste estabilidad financiera. Algunas otras normas regulan actos de inmoralidad, como el que se describe de la mujer que se involucra en un pleito de hombres. Las balanzas justas y otros detalles apuntan a la aplicación de la justicia en cada aspecto del pueblo de Dios.

Deuteronomio 26

Los diezmos de cada año se distinguen de este diezmo adicional. La razón es que Dios tuvo el propósito de tener una nación prospera, no unas cuantas personas prósperas. Este diezmo dedicado a los levitas y a los que padecían necesidad les daba oportunidades a todos. Esta parte de Deuteronomio cierra recordándoles que Dios los bendecirá y hará superiores a las demás naciones, solo si ellos se comprometen a cumplir sus mandamientos.

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