Josué 5
Primero los que se
enteraron de cómo había pasado el pueblo de Israel, el río en seco se llenaron
de temor, después Josué dirige a todos los varones a cumplir con el pacto de circuncisión
que no habían podido llevar a cabo durante su paso por el desierto. Mostraron
al hacerlo, que Dios toma en serio los pactos y los hombres lo deben de hacer
también. Solo habiendo cumplido, podían estar seguros del total respaldo de
Dios en la conquista que estaban por emprender. Finalmente sin muchas
explicaciones, se aparece el comandante del ejército del Señor a Josué.
Josué 6
Las puertas de Jericó
eran el obstáculo más grande para que se pudiera entrar a conquistar esa tierra
prometida, al menos en ese momento. Era también el orgullo de los del pueblo ya
que les protegía de cualquier ataque. Pero para Dios no hay muro que resista y
oponente que le impida hacer su voluntad.
Las indicaciones de
Dios respecto a cómo eliminar aquel obstáculo, rayan en el absurdo, en lo
ilógico. Pero estaban fundamentadas en una total dependencia de Dios y su intervención
a favor de su pueblo. Al obedecer estas también sencillas instrucciones
obtuvieron su primer gran victoria.
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