Deuteronomio 33
Moisés cerró su ciclo
como líder de Israel bendiciendo a todo el pueblo. Desde Benjamín hasta Rubén
fueron todos benditos. Con abundancia y recursos naturales pero sobre todo con
una promesa de protección del Señor. Que tengamos un corazón como el de Moisés
para bendecir aún a los que sabemos que no han sido el mejor de los rebaños o
los mejores hermanos.
Deuteronomio 34
Moisés, después de
bendecir al pueblo, ve la heredad de sus generaciones y la gran nación que dirigió
por poco más de 40 años. Fue un gran líder, la misma palabra dice que no hubo después
de él profeta que le igualara. Sin embargo fue un proceso que le costó. Comenzó
diciendo que no quería ir a Egipto y termino siendo el líder que los saco. Siempre
hay esperanza cuando alguien decide someterse a la voluntad de Dios, y lo más
importante no es como empieza, sino como termina.
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