Esdras 7.
El rey Atajerjerjes le da autorización a Esdras de ir a Jerusalén con los judíos que quieran venir. Esto ocurre cerca de sesenta años después de la reconstrucción del templo por Zorobabel. Le es dado apoyo financiero y la posibilidad de que todo el que quiera dar ofrendas lo haga. Es así como Esdras con un grupo de gente escogida (levitas y conocedores de la ley) lleva a cabo la segunda compañía. El capitulo termina con una oración de gratitud a Dios por haberles concedido ir a Jerusalén.
Esdras 8.
Cuando Esdras hace el primer recuento se da cuenta que no hay levitas entre ellos. Así que manda una persona de confianza a solicitar levitas, ya que la tarea primordial que le ha sido encomendad es hacer que el templo lleve a cabo cultos y cumpla su función. De esta forma Esdras recibe en su equipo varios cientos de personas capacitadas para diversas actividades relacionadas con el templo y la adoración. La riqueza reunida entre las ofrendas del rey de los Israelitas más importantes es abrumadora: “ veintiún mil cuatrocientos cincuenta kilos de plata, utensilios de plata que pesaban tres mil trescientos kilos, tres mil trescientos kilos de oro, veinte tazas de oro que pesaban ocho kilos, y dos recipientes de bronce bruñido de la mejor calidad, tan preciosos como el oro.” El capitulo cierra con la descripción de una abundante ofrenda que tiene el propósito principal de expiación por todos los integrantes de la compañía.
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