Éxodo 1
Al paso del tiempo, se
empezó a cumplir lo que Dios había dicho que sucedería con Israel en Egipto. Los
empezaron a oprimir, pero a la vez se multiplicaron en gran manera. Tal vez
nunca hubieran salido de ahí de no haber sido incomodados. Muchas veces seremos
muy incomodados para ir y hacer la voluntad de Dios aunque esta misma no
parezca lo más cómodo. Por otro lado podemos notar que desde entonces Dios se había
determinado a bendecir a quien haciendo lo correcto mostrara su temor de él,
aun no perteneciendo a la nación de Israel, como lo vemos en lo ocurrido con
las parteras que se negaron a matar niños
hebreos.
Éxodo 2
Nace Moisés, entre
mucha oposición y resistencia. Siempre ocurre así cuando nace un gran
libertador.
Dios se encargó de
proveer un salvoconducto en una historia casi increíble. Una vez que Moisés
crece, comete un gran error, un asesinato al parecer culposo, por defender a un
judío. Algo dentro de sí clamaba por justicia y quiso llevarla a cabo a su
manera. El faraón pronto quiso traerlo a la justicia, aun siendo un protegido
de si propia hija. Moisés se ve en la necesidad de huir, en dirección al
desierto. Comienza un nuevo capítulo y forma una familia. Mientras tanto el
clamor de los Israelitas llego a Dios.