Malaquías 1
A Dios no se le puede
ofrecer mediocridad. La mentalidad de que se vaya así, de que no pasa nada, y
de lo importante es dar algo no va con el Señor.
Es interesante que a
la hora de responder al pueblo que pregunta cómo les ha amado, el responde al
decir que los amo, mientras que desprecio al pueblo hermano. Es decir, la
respuesta del Señor les muestra que ellos no hicieron nada para merecer un mejor
trato que el pueblo de Edom. De esta manera queda claro que la ingratitud
produce una vida de entrega mediocre y de desprecio por los mandamientos y
exigencias del Rey de todo.
Malaquías 2
Que fuerte habla Dios
a través del profeta Malaquías. El habla honorablemente de los levitas, pero
deshonra a los sacerdotes, ya que estos no dirigieron al pueblo con
imparcialidad, además de que lo mal aconsejaron. Por otro lado se reprende la infidelidad
conyugal, y no recuerda cuanto Dios la aborrece, al grado de no responder las
oraciones de los infieles. Me gusta mucho que Dios define el propósito o
llamado principal del hombre, levantar una familia en donde los hijos aprendan
a temer a Dios, literalmente que vivan para él.
Finalmente Dios nos da
a conocer su molestia con las personas que dicen que las malas acciones de la
gente no molestan al Señor y que él está bien ellos actuando así.
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