Génesis 27
En este pasaje hay muchas cosas
interesantes, por ejemplo: Hay una enseñanza central respecto al poder de las
palabras, en particular de la bendición, pero también de la maldición. Las palabras
son sumamente poderosas e Isaac lo sabía. Seamos conscientes de lo que decimos
y sus repercusiones.
De manera secundaria podemos
decir que hubo un Esaú que después de menospreciar los derechos de
primogenitura y la subsecuente bendición, vio como estas se esfumaban, a manos del plan de su madre y su hermano
Jacob. Jacob cumplió con el destino de su mismo nombre que decía que era
engañador. Por lo tanto también aprendemos que Dios puede valerse de un hombre
tan pobre de carácter como lo fue Jacob, pero no sin antes tratar muchísimo con
él para que llegue a ser lo que quiere que sea. La biblia una vez más nos
muestra la imperfección humana y la redención de Dios para bendición.
Génesis 28
La obediencia de Jacob en algunos
asuntos como el de ir a buscar mujer del mismo origen, muestran pasos en la dirección
correcta, por el contrario, las decisiones de Esaú solo por complacer a su
familia no le brindan el mismo resultado.
Trasciende en el viaje de Jacob
que Dios se encuentra con él, en el desierto, en la soledad, lejos de sus
apoyos regulares. Le da una visión de la conexión del cielo y la tierra y como
los planes para él, estaban tejidos en
el cielo. Dios le dice: NO TE SOLTARE
HASTA QUE TE HAYA DADO TODO ESTO. Es impresionante como Dios puede aferrarse a
hacer algo con nosotros los hombres. En fin, es importante tomar en cuenta que
Isaac sigue el bien patrón de su abuelo en cuanto a edificar altares, aunque
por ahora a su manera y ponerlos como señal de momentos trascendentes en su
vida. Y aunque lo que pide en el voto que decide hacer con Dios parece egoísta y
a la vez pequeño frente a lo que Dios quería hacer con él, lo sella con una
promesa, el diezmo, que por segunda vez aparece en la palabra.
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