sábado, enero 16, 2016

Génesis 27 y 28

Génesis 27
En este pasaje hay muchas cosas interesantes, por ejemplo: Hay una enseñanza central respecto al poder de las palabras, en particular de la bendición, pero también de la maldición. Las palabras son sumamente poderosas e Isaac lo sabía. Seamos conscientes de lo que decimos y sus repercusiones.
De manera secundaria podemos decir que hubo un Esaú que después de menospreciar los derechos de primogenitura y la subsecuente bendición, vio como estas se esfumaban,  a manos del plan de su madre y su hermano Jacob. Jacob cumplió con el destino de su mismo nombre que decía que era engañador. Por lo tanto también aprendemos que Dios puede valerse de un hombre tan pobre de carácter como lo fue Jacob, pero no sin antes tratar muchísimo con él para que llegue a ser lo que quiere que sea. La biblia una vez más nos muestra la imperfección humana y la redención de Dios para bendición.
Génesis 28
La obediencia de Jacob en algunos asuntos como el de ir a buscar mujer del mismo origen, muestran pasos en la dirección correcta, por el contrario, las decisiones de Esaú solo por complacer a su familia no le brindan el mismo resultado.

Trasciende en el viaje de Jacob que Dios se encuentra con él, en el desierto, en la soledad, lejos de sus apoyos regulares. Le da una visión de la conexión del cielo y la tierra y como los planes para él,  estaban tejidos en el cielo. Dios le dice:  NO TE SOLTARE HASTA QUE TE HAYA DADO TODO ESTO. Es impresionante como Dios puede aferrarse a hacer algo con nosotros los hombres. En fin, es importante tomar en cuenta que Isaac sigue el bien patrón de su abuelo en cuanto a edificar altares, aunque por ahora a su manera y ponerlos como señal de momentos trascendentes en su vida. Y aunque lo que pide en el voto que decide hacer con Dios parece egoísta y a la vez pequeño frente a lo que Dios quería hacer con él, lo sella con una promesa, el diezmo, que por segunda vez aparece en la palabra.

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