Números 35
Las ciudades de los levitas estaban distribuidas por todo el territorio de
Israel, permitiéndoles acercarse a Dios en todas las regiones. Aunque el
ofrecimiento de la mayoría de los sacrificios estaba reservado para llevarlo a
cabo en el lugar donde estuviera el tabernáculo. Las ciudades de refugio eran
una opción para los homicidas accidentales.
El homicidio sin intención, bien puede ser un ejemplo de pecado sin
intención. Si bien Dios lo perdona aun tendrá consecuencias, al menor por un
tiempo.
Números 36
En cuanto al derecho a tener tierras que se había mencionado antes, por
el caso de las hijas de Zelofehad, se añade un nuevo principio, pensando en el
futuro. Ellas así como toda mujer que fuera a heredar tierra tenían que casarse
con un varón de su tribu. Los hijos heredaban de su padre, tanto los bienes
como la tribu a la que pertenecían, por ello en este caso, la propiedad hubiera
salido de la tribu original. La nueva regla buscaba evitar eso.