lunes, marzo 28, 2016

Números 31 y 32


Se ejecuta la orden de exterminar a Madián. Si bien al principio cometieron un grave error los Israelitas al dejar con vida a las mujeres, cuando se les recordó que ellas eran la causa verdadera de que el pueblo de Israel hubiera decido a la adoración a dioses falsos hicieron lo necesario. Siempre tendemos a ver la aparente crueldad de la acción, pero en realidad era una forma de exterminar de raíz aquello que a la larga sería muy negativo para la nación naciente. También aquí se establece un principio importante de la distribución del botín y de las ofrendas a Dios que se deberían entregar de ello.  ¿Cómo reaccionamos cuando se nos sugiere cortar de tajo con todo aquello que nos cause tropiezo? Muchos creyentes permaneceríamos mejor en la santidad a la que somos llamados si fuéramos tajantes.


Otra cosa importante aquí, es la forma en la que se resuelve el conflicto respecto a las dos tribus y media que quieren quedarse de este lado del Jordán. Al principio se les llama la atención fuertemente, pero al cabo de una exposición de razones se llega a la conclusión de que podían establecerse ahí siempre y cuando continuaran contribuyendo al plan general para la nación. Aquí hay varios principios importantes para la solución de conflictos: Escuchar ambas partes, proponer una alternativa que contribuye al bien común, y en este caso al plan de Dios previamente dado para todos, y la resolución y compromiso con lo que se acordó.

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