Números 23
Baalam, en su ambición por recibir dinero o bienes de Balac, insiste en
sus intentos por maldecir a Israel. Dios no solo no se lo permite sino que le hace
bendecirlos, primero con una bendición de protección y en una segunda ocasión
con una bendición de victoria y superioridad en la guerra. Por su parte Balac, está
viendo que el pueblo con el que trata es extraordinario y el Señor esta con él.
Una cosa importante es ver el pasaje en contexto. Dios no permitió que
un impío maldijera a su pueblo, especialmente en un momento en que Israel se
estaba moviendo en la dirección que Dios quería, sin embargo las consecuencias
de su queja y murmuración no dejaban de aquejarles. Es decir había factores
internos que no les permitían vivir a mayor plenitud, aunque Dios nunca permitía
que sus adversarios los maldijeran.
Números 24
Éste capítulo esta interesante porque nos menciona que Baalam ya no
recurrio a la adivinación. Esto nos muestra que regularmente lo hacía, y que
aun así Dios había decidido comunicarse con este hombre. En esta última parte
me parece que él ya había experimentado el espíritu de Dios sobre él de manera
que solo lo dejo fluir, para dar una última palabra de bendición para Israel,
en parte de ella incluso hay profecías acerca de David y de Jesús.
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