jueves, marzo 10, 2016

Levítico 27

Levítico 27
Los votos eran promesas a Dios, y había una variedad de razones por las cuales alguien podía hacer una promesa. Podía prometerse ella misma, alguien bajo su autoridad, un animal o cualquier bien. Dios permitía esto pero también, una vez más les aseguraba su patrimonio al recibir sus propiedades inmuebles de vuelta en el año del jubileo. Cualquier cosas que se quisiera recuperar había que pagar el 20 por ciento sobre ello. Estas reglas propiciaban un respeto por la palabra de las personas, obligándolas a cumplir su voto, o de hacer una excepción, haciéndoles pagar un cargo por ello.  ¿Nosotros actualmente, cumplimos nuestras promesas a Dios?


No hay comentarios: