Números 1 y 2
Una contabilidad de
los hombres con edad para pelear en batalla, nos proporciona datos muy
importantes. Alrededor de medio millón de hombres, mas sus esposas (Casi todos
los de esa edad estaban casados) y respectivos niños y niñas sumaban una
multitud que fácilmente superaba el millón y medio de personas. A estos, Dios
no solo los alimento con maná y codornices, les dio agua de la roca y sustento
en el desierto por 40 años, sino que además organizo con excelencia para
moverse en orden y en proporción a la cantidad que eran por cada tribu.
Dios es Dios de orden y
necesitamos ordenar nuestras vidas para llegar a ver las promesas que
esperamos.
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