1 Samuel 1
Ana fue una que nos
dejó muestra del poder de la oración, y en particular de una oración en la que
se derrama el alma que eta en profundo dolor. Ella oró intensamente, pero después
de ello espero confiada en Dios. Tan es así que dejo de estar triste y en
franca depresión como se le había visto. Ese cambio de actitud refleja la fe en
su oración. Ante todo ello Dios le concedió un hijo, mismo que ella entrego al
Señor.
1 Samuel 2
La canción de Ana
habla de mucho más que aquello que ella
experimento con Dios, fue profética, y nos ilustra que Dios es soberano y
misericordioso. Nos recuerda que él es capaz de convertir nuestra desventaja y
necesidad, en abundancia y gran victoria.
En contraste, mientras
los hijos de Elí cometían sus fechorías, tanto de inmoralidad sexual como de
desprecio a las ofrendas y sacrificios a Dios, Samuel crecía físicamente, pero también
en gracia ante dios y las personas que o veían. El castigo que el Señor advirtió para los
hijos de Elí era muy fuerte, nada menos que sus propias vidas. Elí fue
negligente en corregir a sus hijos y cuando lo hizo, lo hizo lastimeramente,
perdiendo así la oportunidad de que ellos recapacitaran y fueran perdonados por
Dios.
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