domingo, mayo 08, 2016

Jueces 7 y 8

Jueces 7
Gedeón tiene la verdadera prueba de fe y valor cuando Dios le dice que se deshaga de soldados. ¿Quién en su sano juicio se deshace de una ventaja numérica antes de enfrentar a su adversario? En muchas ocasiones Dios obra de tal manera que no quepa duda que fue el quien lo hizo, aunque eso implique que las cosas no se lleven a cabo de la manera más segura o cómoda para nosotros. En nuestra total dependencia de Dios yace nuestra más sorprendente victoria. Debido a que Gedeón obedeció el filtro que le dejo a solo 300 hombres después de haber sido más de 30 000, se logró la más impresionante victoria de Israel ante un ejército numéricamente muy superior.  Dios también mostro paciencia en las ocasiones en que Gedeón,  por razones muy lógicas estaba temeroso. Igual que Gedeón, venzamos el temor.

Jueces 8

En este capítulo se narra algo que bien podía parecerse a las películas que vemos en el cine. Gedeón se levanta como un líder inteligente, que resuelve un problema interno mediante la humildad. No se jacto de la victoria sino que la atribuyo a aquellos que estaban molestos con él por no tomarlos en cuenta en la guerra que comenzó. Eso fue muy inteligente.  Después mato a los reyes Oreed y Seeb una vez que los capturo y de una manera más o menos informal, dirigió el pueblo de Israel durante 40 años, mismos en que estuvo libre. La biblia nos muestra también la debilidad o error de los hombres que Dios uso. Y el de Gedeón fue hacer un monumento que no honraba a Dios y que no seguía el protocolo de simpleza en que se basaba la ley. Hizo algo extravagante y llamativo que pronto desvío la atención de los Israelitas.

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