Jueces 7
Gedeón tiene la verdadera prueba de fe y valor cuando Dios
le dice que se deshaga de soldados. ¿Quién en su sano juicio se deshace de una
ventaja numérica antes de enfrentar a su adversario? En muchas ocasiones Dios
obra de tal manera que no quepa duda que fue el quien lo hizo, aunque eso
implique que las cosas no se lleven a cabo de la manera más segura o cómoda
para nosotros. En nuestra total dependencia de Dios yace nuestra más
sorprendente victoria. Debido a que Gedeón obedeció el filtro que le dejo a
solo 300 hombres después de haber sido más de 30 000, se logró la más
impresionante victoria de Israel ante un ejército numéricamente muy superior. Dios también mostro paciencia en las ocasiones
en que Gedeón, por razones muy lógicas
estaba temeroso. Igual que Gedeón, venzamos el temor.
Jueces 8
En este capítulo se narra algo que bien podía parecerse a
las películas que vemos en el cine. Gedeón se levanta como un líder
inteligente, que resuelve un problema interno mediante la humildad. No se jacto
de la victoria sino que la atribuyo a aquellos que estaban molestos con él por
no tomarlos en cuenta en la guerra que comenzó. Eso fue muy inteligente. Después mato a los reyes Oreed y Seeb una vez
que los capturo y de una manera más o menos informal, dirigió el pueblo de Israel
durante 40 años, mismos en que estuvo libre. La biblia nos muestra también la
debilidad o error de los hombres que Dios uso. Y el de Gedeón fue hacer un
monumento que no honraba a Dios y que no seguía el protocolo de simpleza en que
se basaba la ley. Hizo algo extravagante y llamativo que pronto desvío la
atención de los Israelitas.
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