1 Samuel 5 y 6
El arca fue llevada a
territorio filisteo, y ahí, como símbolo de la presencia de Dios fue ocasión de
señales que sorprendieron a los filisteos. El dios Dagón que ellos adoraban fue
ridiculizado y evidenciado frente al arca, pero aun así no supieron cómo actuar
ante dicha situación, en lugar de enfrentar el problema, mandaron lo que
consideraban era la fuente de sus consecuencias o males de una ciudad a otra,
solo propiciando que la plaga de tumores se pasara a esos otros lugres. Cuando
decidieron darle una solución permanente al problema, hicieron uso de un
importante principio que también era propio de los judíos, el de la expiación.
Pagar una cantidad
simbólica por cada líder de la nación azotada fue una buena idea que además
hizo volver el arca a territorio Israelita, a donde pertenecía.
Es interesante que si
bien los Israelitas no tuvieron tumores como los filisteos, fueron irreverentes
o descuidados al ver en el interior del arca, lo cual estaba prohibido con
anterioridad y ellos lo sabían.
La consecuencia fue
una mortandad de miles, mucho peor que el castigo de tumores que sacudió a los
filisteos.
El conocimiento es
responsabilidad, y la desobediencia deliberada produce consecuencias que pueden
ser proporcionalmente mayores a las de pecar en ignorancia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario