Jueces 1
Nos permite ver como cada tribu de Israel llevo a cabo su conquista de
la tierra entrega. Una buena parte de las tribus no domino todo el territorio
dado, y se quedaron cortos tanto en territorio como en influencia en la región
en donde se habían asentado. Esto implica dos cosas, desobediencia y temor.
Estas dos cosas juntas hicieron una combinación, que provocó que hubiera
pobladores de Caanán entre las tribus de Judá, Simeón, Benjamín, Sabulón,
Neftalí y Dan. Hasta el día de hoy miles
de años después, hay una disputa por esas tierras, y ahora ese pleito se ha vuelto
un asunto mundial. Aprendo que hay que obedecer con prontitud, que hay que
vencer el temor, y proseguir en lo que se
nos llamó a hacer, ya que más tarde las consecuencias pueden ser lamentables
para nosotros y nuestros descendientes.
Jueces 2
Este capítulo complementa el anterior, al explicarnos que si bien, por
un lado los Israelitas no se atrevieron a enfrentar y derrotar a varios de los
pueblos que debieron someter para quedarse con esa tierra e incluso, como había
dicho el Señor tenían que destruir por completo, Dios lo permitió por una razón:
Probar sus corazones. Ellos fracasaron
rotundamente en ser fieles a Dios, y pronto estaban adorando aberraciones como
Baal y Aserah. No pasaron la prueba, y sufrieron las consecuencias. Ahora les advirtió
el Señor que no podrían expulsar esos pueblos, y a su vez estos serían el más
grande problema para la joven nación.
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