sábado, mayo 07, 2016

Jueces 5 y 6

Jueces 5
Es una canción, una poesía bélica, pero que como suele suceder en la historia de Israel, realza la obra de Dios a favor de su pueblo en la victoria. En este caso se menciona Débora, se menciona Barac, y tal como lo había profetizado Débora Jael, la mujer que fulmino a Sísara recibe mayor alabanza. Me llama la atención que se menciona una por una  a las tribus que valientemente  enfrentaron al ejercito de la nación que los oprimía, pero también aquellas que no.  ¿De quienes eres tú? De los que se quedan cómodamente  en la opresión o de los que hacen lo que se requiere para seguir el camino de la libertad.

Jueces 6

La de Gedeón es una de mis historias favoritas, por lo que se verá después de este capítulo, pero desde el principio nos enseña mucho. Puedes ser alguien insignificante y sin mucho aparente futuro, pero si Dios te llamo y TU REPONDES, entonces todo puede suceder. Este joven comenzó con dudas, y no parecía tener madera de gran líder, pero Dios vio en él, la fortaleza, o el coraje necesario, para ser el próximo caudillo de Israel. Dios fue paciente para darle confirmaciones a Gedeón, pero él también fue valiente para obedecer a una especie de primera prueba que consistía en un acto público de rechazo a la adoración a Baal y Asera que realizaban sus parientes y su pueblo. Su padre intervino a su favor, con todo y que el mismo había sido uno de esos practicantes de idolatría, y encontramos aquí uno de los pocos casos bíblicos en donde el hijo estaba en lo correcto, el padre no y este último entro en razón. Pero no nos olvidemos que Gedeón se arriesgó y estaba siguiendo indicaciones precisas de Dios respecto asunto que estaba claramente contra los mandamientos.  Después de estas acciones Gedeón es lleno del Espíritu de Dios y fue capaz de convocar a una batalla  y tener una enorme respuesta. Esto me hace pensar, lo importante que es ser lleno del Espíritu para poder cumplir nuestro llamado.

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