Jueces 5
Es una canción, una poesía bélica, pero que como suele
suceder en la historia de Israel, realza la obra de Dios a favor de su pueblo
en la victoria. En este caso se menciona Débora, se menciona Barac, y tal como
lo había profetizado Débora Jael, la mujer que fulmino a Sísara recibe mayor
alabanza. Me llama la atención que se menciona una por una a las tribus que valientemente enfrentaron al ejercito de la nación que los
oprimía, pero también aquellas que no. ¿De
quienes eres tú? De los que se quedan cómodamente en la opresión o de los que hacen lo que se
requiere para seguir el camino de la libertad.
Jueces 6
La de Gedeón es una de mis historias favoritas, por lo que
se verá después de este capítulo, pero desde el principio nos enseña mucho.
Puedes ser alguien insignificante y sin mucho aparente futuro, pero si Dios te
llamo y TU REPONDES, entonces todo puede suceder. Este joven comenzó con dudas,
y no parecía tener madera de gran líder, pero Dios vio en él, la fortaleza, o
el coraje necesario, para ser el próximo caudillo de Israel. Dios fue paciente para
darle confirmaciones a Gedeón, pero él también fue valiente para obedecer a una
especie de primera prueba que consistía en un acto público de rechazo a la
adoración a Baal y Asera que realizaban sus parientes y su pueblo. Su padre
intervino a su favor, con todo y que el mismo había sido uno de esos
practicantes de idolatría, y encontramos aquí uno de los pocos casos bíblicos
en donde el hijo estaba en lo correcto, el padre no y este último entro en
razón. Pero no nos olvidemos que Gedeón se arriesgó y estaba siguiendo indicaciones
precisas de Dios respecto asunto que estaba claramente contra los mandamientos. Después de estas acciones Gedeón es lleno del
Espíritu de Dios y fue capaz de convocar a una batalla y tener una enorme respuesta. Esto me hace
pensar, lo importante que es ser lleno del Espíritu para poder cumplir nuestro
llamado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario