miércoles, mayo 25, 2016

1 Samuel 15 y 16


1 Samuel 15
La obediencia a medias de Saúl, le costó que se confirmara su rechazo de parte de Dios, para continuar como rey de Israel. Obediencia a medias no es obediencia.  Es muy común el hábito de hacer parte de lo que se nos indica y justificarnos, pero al final, es un asunto de rebeldía. La rebeldía de Saúl se debió a su inseguridad y su preocupación o miedo por seguir siendo agradable a los ojos del pueblo. Se olvidó que el que lo llamo y puso como rey fue el Señor.
No hay sacrificio ni ofrenda que sustituya la obediencia y la atención a lo que Dios nos habla.

1 Samuel 16

En el cielo se determinan ciertas cosas y en la tierra empiezan a darse señales de cambios. Es muy interesante que David siendo un muchachito muy joven es ungido para ser el próximo rey pero esto no lo hace perder el piso. Me parece también de observar que llego el momento en que Dios le dijo a Samuel que ya no debería de afligirse por Saúl, es decir todo tiene un límite. Y mientras el corazón de David está siendo preparado para que algún día se convierta en un gran rey, Saúl empieza  sufrir los estragos de un espíritu atormentador. David es invitado al palacio para tocar el arpa en beneficio de Saúl, gracias a sus cualidades de carácter, su apariencia y los dones que había desarrollado. En contraste, en su casa ni siquiera había sido tomado en cuenta para aquella comida en donde por cierto fue ungido por Samuel. 

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