jueves, enero 13, 2011

Genesis 37, 38 ,39 y 40.

En Génesis 37:

Dios nos ensena como un contexto familiar puede ser muy difícil. Como en la familia se puede encontrar mucha oposición. Y como creer en lo sueños que Dios nos da aunque a los demás les parezca una locura.

La inmoralidad de Judá en contraste con la rectitud de de José se refleja en el capítulo 38. Tamar es una mujer que está interesada en trascender y prolongar el nombre de su marido. Hace lo necesario.

Me resulta muy interesante que Judá es rápido para juzgar a Tamar cuando el mismo tiene una vida inmoral. Aun no teníamos los mandamientos de Moisés y la fornicación ya era considerada una falta muy grave.

Génesis 39 nos Ilustra en cuanto a los altibajos de José. No de él en si sino de sus circunstancias. No se le presenta fácil pero encontramos una y otra vez la expresión de que…. Tuvo gracia delante de… Y “Jehová estaba con él, y que todo lo que él hacía, Jehová lo hacía prosperar en su mano. En este mismo capítulo nos damos cuenta de porque Dios le prosperaba en donde quiera que él estaba. Aun cuando su integridad fue probada al máximo el se mantuvo firme y sin pecar contra Dios.

Génesis 40. Josué pasó de ser hijo consentido a esclavo. De esclavo a administrador de un hombre riquísimo; de el éxito profesional a la cárcel. Aun ahí Dios lo prosperaba. No se escucha ninguna queja de Josué al contrario trabajaba con tal excelencia que le fue dada mucha autoridad. Además de esas cualidades tenía un don espiritual. De esos que se forjan en la intimidad con Dios. Este don le abrirá nuevas puertas cuando él interpreta sueños a dos siervos muy cercanos a faraón. Dos destinos opuestos le esperan a cada uno de ellos y la interpretación se cumple al pie de la letra.

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