En este capítulo 48 Jacob bendice a los hijos de José y les da parte en la herencia como a hijos. Y si bien son una sola tribu, en la practica cada uno de ellos se cuenta individualmente. Es muy importante este hecho porque en los conteos, censos y reparticiones serán bendecidos como una tribu cada uno de los hijos de José. Al grado Jacob desde este momento les esta dando una porción de tierra mayor entre lo que va a repartir que es suyo allá en la zona de Canaán.
En el capítulo 49 se enuncia la bendición del resto de los hijos de Jacob. Y si bien José recibe una especial bendición. Dios ha decidido que sea Judá de quien venga el Mesías.
Rubén pierde su derecho legítimo a ser el líder de los demás por causa de su inmoralidad. Siempre en la palabra de Dios la inmoralidad tendrá consecuencias.
Génesis 50 es el final de este primer libro. No solo nos relata los acontecimientos posteriores inmediatos al entierro de Jacob; quien además deja claro que debe ser enterrado en Macpela. También se muestra la fortaleza de José al confirmar su perdón a sus hermanos cuando estos, por su culpa se sienten agobiados y atemorizados. Los siguientes versículos nos enseñan como la perspectiva correcta nos facilita el acto del perdón:
19 Y les respondió José: No temáis; ¿acaso estoy yo en lugar de Dios?
20 Vosotros pensasteis mal contra mí, mas Dios lo encaminó a bien, para hacer lo que vemos hoy, para mantener en vida a mucho pueblo.
Perdonar implico la restauración de la relación. Implico el poder de mantener una familia unida, y trajo como consecuencia el cumplimiento del plan de Dios para un pueblo en ese tiempo.
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