sábado, junio 18, 2011

Salmos 90-97. Dios digno de alabanza.

Salmos 90.
Dios siempre ha sido el siempre ha sido Dios, tal conocimiento es demasiado elevado para nosotros. El hombre es como la hierba al comparado con la eternidad, su vida es un suspiro. Estas y muchas otras comparaciones nos dan perspectiva. A ese Dios eterno se le pide misericordia y que no nos trate con ira. Hacia al final del salmo dice David que “nos llene por la mañana de su misericordia y cantaremos de gozo y nos alegraremos todos los días”. Digámosle a Dios por tu misericordia te cantaremos de gozo.
Salmos 91.
Primero habla el salmista y luego Dios. El salmista nos ensena que al abrigarnos bajo las alas de Dios no seremos jamás dañados. El es la protección de los que decides refugiarse en el. La respuesta de Dios es que El librara y exaltara a aquel que sobre El ha puesto su amor. ¿Podrías tu decir, sobre el he puesto mi amor? Porque a ese el saciara de larga vida y le hará ver su salvación.
Salmos 92.
Alabanza y más alabanza es lo que se ofrece en este salmo. Declarando lo bueno que es alabarle. Anunciando su misericordia y su fidelidad. Tomando sus cualidades como razón de alabanza tanto de dia como de noche. Además pide el salmista vigor en su vejez para proclamar la justicia y la rectitud de Dios quien también es su roca.

Salmos 93.
Después de dar alabanza declarando el poder, majestad, eternidad y otras cualidades de Dios, el salmista dice: La santidad conviene a tu casa, eternamente oh Señor. Ante el Dios que siempre ha sido nos conviene apartarnos para El. Medita en las características de Dios y considera si El se conformaría con una entrega mediocre de tu vida.
Salmos 94.
La gente que en su perversidad abusa de pobres, viudas y necesitados siempre ha existido. Los violentos siempre han sido en su mayoría gente que cree que Dios no les traerá juicio. Puesto que David ha probado la fidelidad de Dios para guardarle anima a los demás a confiar en el Dios que los escucha. Los malvados que prosperan siempre han existido, y a pesar de ellos debemos confiar en nuestro Dios de justicia.
Salmos 95.
Es un hermoso salmo de alabanza. No solo declara todo lo que Dios ha creado, sino que con alegría se expresa respecto a que somos las ovejas de ese Dios asombroso. ¡Somos su pueblo! Y así como antes se ha hablado de su misericordia el desecha a los duros de corazón.

Salmos 96.
Poder, majestad y gloria, son solo algunas de las cualidades que nos sirven de inspiración para ofrecer un cantico nuevo. Una alabanza espontanea de nuestro corazón que expresa las cualidades de nuestro salvador. El deseo de Dios siempre ha sido que familias y naciones enteras le alaben. Según su palabra El se agrada en ofrendas y desea que andemos con vestiduras santas. Es decir apartados del pecado como siervos de Jesucristo. Ante el se alegran los cielos, es decir todas las creaturas celestiales creadas por El, y en mismo espacio celestial lleno de estrellas. Solo somos creaturas hechas para unirnos a esa alabanza. Sin embargo honradas como corona de la creación. ¡Qué honor! El vendrá a traer justicia a la tierra.
Salmos 97.
¿No te impacta el que los montes se derritan ante la presencia de Dios? No es metafórico esto ocurre de hecho. Nosotros seguimos vivos por su misericordia, así que alábale. No hay pretexto, cualquier excusa seria un total absurdo para no alabarle. El es más alto que cualquier otra cosa que existe.

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