martes, septiembre 13, 2011

Jonas 1-4 El orgullo del hombre vs la misericordia de Dios.

Jonás1
El llamado de Jonás no es el típico de los profetas bíblicos. El se resiste y se va en dirección opuesta. Mas adelante nos damos cuenta de su aparente razón para no ir al pueblo pagano y violento al que se le llamaba a profetizar juicio. La desobediencia de Jonás mete en problemas al resto de la gente en el bote en que se embarco. Tal cosa demuestra que nuestras decisiones rebeldes afectan a otros a nuestro alrededor. Afortunadamente para los demás pasajeros Jonás es encontrado a través de suertes como el responsable de la tormenta que pone sus vidas en peligro. La única solución es echarlo al mar, lo cual el mismo sugiere. Una vez en el mar es tragado por un pez. Si has estado huyendo de la voluntad de Dios es tiempo de que te rindas.
Jonás 2.
Como profeta que era, Jonás levanta una oración decretando que Dios lo ha escuchado y lo ha salvado. Como declarando proféticamente lo que aun no ocurre, o como agradeciendo que no murió en el bote o en el mar sino que sigue vivo dentro del gran pez. Fue entonces que el Señor envió que el pez lo vomitara en tierra. Deja de quejarte de tu condición y alaba a Dios por lo que te ha dado y de lo que te ha guardado.
Jonás 3.
Una vez fuera del pez el Señor lo envía de nuevo. Esta vez Jonás pregona destrucción. No predico arrepentimiento sino destrucción. El resultado fue asombroso cuando el mismo rey de Nínive proclamo ayuno nacional y todos se lamentaron y lloraron. Dios fue movido a misericordia y no los destruyo. No necesitas ser un experto predicador para ser usado y que la gente se arrepienta.
Jonás 4.
Jonás poseía un enorme ego. Al parecer su frustración era que Dios había perdonado al pueblo, al que el pregono destrucción. A Jonás le preocupaba más su REPUTACION que las almas. Se enojo tanto que le pedía a Dios que le quietara la vida. Se fue a las afueras de la ciudad en donde Dios permitió que una planta creciera haciéndole sombra para destruirla al día siguiente y enviar también un viento caluroso que provocara dolor de cabeza a Jonás. Jonás se enojo aun más, pero Dios le dio una lección. El señor le muestra que si el se molestaba en que una planta fuera destruida era de esperarse que Dios no destruyera una ciudad de 120 mil personas, solo por hacer quedar bien a Jonás. ¿Cuál es tu actitud cuando alguien que ha andado mal se arrepiente y ves que el amor y perdón de Dios se manifiestan en su vida?

No hay comentarios: