Oseas 12.
Este capítulo nos permite ver la relación de Dios con Jacob el hombre, y con Israel la nación descendiente de él. Jacob fue de ser un deshonesto a conocer a Dios, mientras que el pueblo paso de ser bendecido por Dios a querer solo tener una relación conveniente con él, para beneficio propio. Por eso Dios no permitirá que sus relaciones comerciales con Egipto y Asiria eviten el castigo que viene para ellos. ¿Has actuado en tu relación con Dios como si fueras un comerciante tratando de sacar ventaja?
Oseas 13.
Dios tiene un tiempo para todo, aun para el castigo y el juicio. Israel estuvo recibiendo llamados al arrepentimiento por boca de profetas durante mucho tiempo. Pero a la tribu fuerte de Israel le llego su momento y el castigo estaba cerca en este momento.
Oseas 14.
Dios continúa invitando a Israel al arrepentimiento hasta el último momento. La promesa para el que confiesa sus faltas, se aparta de ellas y se rinde a Él, es de sanidad, de bendición y de favor.
NO es tarde para ARREPENTIRSE, pero el arrepentimiento requiere lo que Dios ha dicho, confesión, y no repetir lo que ofende a Dios, antes bien ser sabio en nuestro andar, obedeciendo sus principios.
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