Oseas 7.
Se describe un pueblo que ha quitado a sus jueces (probablemente se refiere a los jueces justos) para poder continuar en su corrupción. Hoy muchos países se quejan del mal de la corrupción que ellos mismos alimentaron. El pueblo va a recibir castigo también por apoyarse en otros y no en Dios, por buscar los bienes materiales como prioridad, y por decir cosas falsas de Dios además de pensar mal de él. Todo empieza con el desconocimiento, y por ello se atreven a pensar mal del que es Santo y Perfecto.
Oseas 8.
Ellos han sido fornicarios espirituales (IDOLATRAS) pero junto con ello la corrupción ha hecho de sus gobernantes verdaderos opresores del pueblo. La consecuencia es pobreza y escasez, porque el enemigo viene a robar toda cosecha sin que nadie lo detenga. Dios nos muestra que el pueblo no tomo en cuenta o menosprecio las GRANDEZAS DE SU LEY y que aun tomaron su ley por cosa extraña. Parte del castigo fue que esos grandes edificios de los que se gloriaban fueron destruidos.
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