Eclesiastés 1.
El autor dice: todo en este mundo es vanidad. Parece la conclusión de alguien que ha visto que hay algo más y por eso todo lo que afana a la gente aquí le parece superfluo. ¿Has pensado alguna vez que estudiar o trabajar duro no tiene sentido? Continúa leyendo hasta que encuentres la conclusión del predicador. El otro mensaje importante es que quien más busca sabiduría y conocimiento (secular) tendrá más molestias.
Eclesiastés 2.
El principal asunto tratado aquí es la vanidad del trabajo. Un hombre que a base de su trabajo y sabiduría tuvo todo lo que humanamente se puede desear concluyo esto. El trabajo es para disfrutar de su fruto, y tal cosa es un regalo de Dios. No tiene sentido trabajar y trabajar para acumular porque eso es vanidad y aflicción, o preocupación constante.
Eclesiastés 3.
Hay tiempos para todo. ¿Has querido hacer algo para lo cual no es el tiempo ahora? ¿Qué hiciste al final? Debemos reconocer el tiempo para cada cosa, pero también disfrutar de nuestro trabajo y asi disfrutar todo el tiempo de esta vida. Nuestro tiempo aquí es muy corto y muy vano si es vivido de acuerdo a las expectativas de un mundo finito de mortales.
Eclesiastés 4.
La violencia no es algo nuevo. Ha estado por milenios con la humanidad y en los tiempos del predicador no era la excepción. El se da cuenta de que la violencia seguirá aquí y que es lamentable presenciarla. Hasta considera que es mejor no estar ya en este mundo de violencia. Después concluye que el trabajar afanosamente es v anidad y que detenerse a descansar es mejor que afanarse sin parar. Aun más triste es que el afanado ni disfrute lo que Dios le ha dado por afanarse y que ni siquiera tenga heredero.
Ya para concluir ¿A quién te pareces mas al joven sabio o al viejo necio? Al final es al primero al que seguirán, peo esta consiente que de el también se quejaran.
Eclesiastés 5.
Hacer compromisos con Dios a la ligera es peligroso. Podemos fácilmente perderlo TODO por hablar al aboca sin pensar. Mejor es no prometer que prometer y no cumplir. Aun más allá de eso podemos aprender como el trabajo afanoso no deja nada bueno. Los bienes se pueden perder en un momento y los ricos no duermen con la tranquilidad del que no tiene tanto. Lo único que vale la pena es disfrutar de lo que Dios nos da con un corazón lleno de su gozo. El gozo para ti y par ami debe ser el gozo por su salvación.
Eclesiastés 6.
No vale la pena el afán constante porque no sabemos que pasara mañana. Aquí la palabra nos enseña como es que algunos llegan a tener todo, porque Dios se los concede, pero nunca son capaces de ser felices. Al final alguien más disfrutara de todo aquello.
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