sábado, julio 30, 2011

Isaías 52-58. Misericordia al que se aparta de la impiedad.

Isaías 52.
Un pueblo escogido que será restaurado por su Dios y un salvador que se sufriría para después ser exaltado con gloria eterna. Debemos pensar mucho en aquel día en que Cristo venga con toda s autoridad.

Isaías 53.
Profetiza acerca del Mesías durante todo el capítulo. No solo asombra la precisión con que se cumple cada aspecto sino que es una invitación a recordar acerca del precio de nuestra paz y salvación a los que vivimos hoy siglos después.

Isaías 54.
El amor de Dios hacia nosotros se denota en esta expresión de amor por Jerusalén su ciudad. Aunque la corrigió fuertemente y se enojo contra ella su misericordia por ella es firme. La promesa es para restauración y tiempos de bendición. Además de todo esto la protección de Dios es a favor de su pueblo restaurado y en una relación con Él.

Isaías 55.
La misericordia de Dios no nos esta costando a nosotros, pero claro queda que es necesario buscarle mientra se le pueda encontrar. Es manifiesto que se requiere apartarnos del camino que no es el de Él para alcanzar su perón.
Es interesante que después de referirse al impío habla de que nuestros pensamientos no son los de el ni nuestros caminos los suyos. Eso debe llevarnos a una reflexión acerca de cómo estamos viviendo. ¿Cuestionamos sus acciones?

Isaías 56.
La expresión ¨perros¨ aquí usada nos puede recordar la de ¨lobos con piel de obeja¨se describe a personas que viven desagradando a Dios y subsisten a costa del pueblo de Dios. ¿Aun existirán tal clase de personas? Sin embargo Dios ha hablado y a prometido su bendición no solo para su pueblo, sino para los extranjeros y sus hijos, así como los eunucos que guarden su palabra. Estos ofrecerán sacrificios aceptos a Dios.

Isaías 57.
Aun cuando Dios castiga a una generación y la califica de adultera y pecadora, su misericordia es para los humildes. Su presencia habita con los quebrantados de espíritu. Estos serán sanados y bendecidos.

Isaías 58.
Hay una promesa de bendición directa. Una que significa abundancia y la heredad de Jacob en este caso para el pueblo de Dios. Si y solo si son justos en el trato a sus inferiores y no se muestran abusivo. Esto Dios lo llama ayuno en contraposición con las aflicciones físicas a las que se exponen falsamente sin obedecer en justicia.

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