Isaías 27.
Dios habla de Israel como de una viña amada. Esa viña será limpiada y sufrirá pero al final sus enemigos serán destruidos y será restaurada. ¿cuántos de nosotros estamos dispuestos a padecer para que la obre de Dios se perfeccione en nosotros?
Isaías 28.
Aunque el Señor bendijo a su pueblo Israel el siempre trato a cada quien conforme a lo merecido. Especialmente en esta ocasión en que Judá y Efraín reciben profecía acerca de los padecimientos que les vendrán por causa de su opresión a los necesitados y de sus borracheras y amor por los placeres. El castigo para Judá es principalmente por asociarse con la muerte o podría referirse a Egipto que fueron siempre adoradores de la muerte. Tal alianza no les librara de ser arrasados. ¿En quien ponemos nuestra confianza cuando vemos la dificultad venir directo hacia nosotros?
Isaías 29.
Ariel es la ciudad en donde se encuentra el monte Sión. Un ataque repentino vendrá sobre ella y padecerá muchas cosas. Es mas estas cosas ya ocurrieron estas profecías se cumplieron en su mayoría desde hace tiempo.
Hay personas que se sentían privilegiadas o escogidas por estar en Jerusalén, o Sión o Ariel como quieras verlo; pero cuando el juicio de Dios llega no hace acepciones.
Los que en su arrogancia dejan de reconocer que Dios es el “alfarero” serían castigados. Esto ocurrió hace tiempo pero también el comienzo del reflorecimiento prometido aquí a esa tierra ya empezó tiempo atrás.
Isaías 30.
Tres partes: La promesa de que serán destruidas las muletas en que se apoyaban, en este caso Egipto. Segunda: Que dios aun tendrá misericordia y los restaurara como nación. Esto ocurrirá el día que se arrepientan ante Dios y dejen sus ídolos. Los beneficiados serán los que temieron a Dios.
Tercera: Se describe el enojo de Dios contra la nación Asiria por mucho tiempo opresora de Israel. La alabanza del pueblo de Dios será clave para que el castigo contra sus enemigos se ejecute.
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