Isaías 31.
Si Egipto es el mundo con sus ofrecimientos entonces el mundo será finalmente destruido y nuestra confianza en el se desvanecerá cuando Dios venga a destruir lo que “el mundo” constituye. Los que son parte de su pueblo y que sobrevivan serán llamados a buscarle otra vez , Dios los anhela a pesar de que han sido rebeldes. Y a esos escogidos que permanecen Dios los defenderá hasta el final.
Isaías 32.
¿En que momento de tu proceso con Dios te ubicas? En Israel queda claro que después de que Dios reprende viene con juicio y solo los que se someten sobreviven, el dinero de los ricos no los libra del juicio ni el lujo de las mujeres con abundancia las librara tampoco. Pero Dios determina restaurar a su pueblo y el día vendrá en que Israel vivirá bajo el gobierno de justicia y de rectitud que traerá la paz eterna a sus habitantes.
Isaías 33.
Versiculos 15 y 16:
Los que son honestos y justos,
los que se niegan a obtener ganancias por medio de fraudes,
los que se mantienen alejados de los sobornos,
los que se niegan a escuchar a los que traman asesinatos,
los que cierran los ojos para no ceder ante la tentación de hacer el mal;
éstos son los que habitarán en las alturas.
Las rocas de los montes serán su fortaleza;
se les proveerá alimentos,
y tendrán agua en abundancia.
Mientras que Asiria vera su destrucción hay una promesa para lo honestos y justos quienes verán al rey y vivirán en un lugar hermoso en el cual verán la abundancia. ¿Tienes las características mencionadas en el versículo 15? De no ser así búscalas.
Isaías 34.
Los edomitas representan los descendientes de alguien que primero menosprecio la herencia del Señor (Esaú) y que después se negaron a ser solidarios con los hermanos que Dios había escogido. Una y otra vez pelearon contra el pueblo de Dios y el juicio llego años después de esta profecía para convertir a aquella tierra en una tierra inhabitable hasta la actualidad. ¿Cómo consideras el servir a Dios? ¿Algo que estas obligado a hacer o un privilegio?
Isaías 35.
Espera en el día de tu restauración. Las promesas de Dios son verdad y el día vendrá en que el sanara al cojo al ciego y al mudo. En ese día abundancia surgirá en el lugar de la escasez y el gozo de Dios se manifestara en nuestras vidas. Esta palabra no es solamente para los tiempos en que estemos en su presencia sino que para muchos es una recompensa que resulta de esperar en el.
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