Proverbios 25.
Actitudes de humildad: No tomar un lugar de importancia en donde no ha sido dado para después no ser avergonzado. No discutir rápidamente con alguien por causa de lo que hemos visto. Cuidar de donde hablamos de nuestras fallas más secretas. Recibir la reprensión y hablar solo en los momentos oportunos. No andar presumiendo nuestra generosidad. Tratar bien a quien nos hizo mal. ¿Cuántas de estas aplicamos?
Proverbios 26.
El necio se cree muy listo y no es conveniente darle la razón, según nos enseña la palabra. No se le debe dar honra, no se debe usar como mensajero, y los proverbios son un desperdicio en el. Pero lo más interesante es que el que se cree sabio es peor que el necio. ¿Cuándo será que nos empezamos a considerar sabios? ¿Qué actitudes empiezan a reflejar que nos creemos sabios?
Proverbios 27.
Se habla de tres personas en general y una más en lo específico. Una vez más del necio que no dejara su necedad y que es un provocador. De la mujer rencillosa y lo difícil que es para todos los que viven con ella y del hombre de negocios que aunque viva de otra cosa (en este caso es el reino) encuentra en sus negocias la fuente de su sustento y por lo tanto nunca debe descuidarlos. Se enseña mucho acerca de la amistad, de cómo debemos de ser fieles en la amistad, cercanos al amigo, honestos en hacerle ver sus errores aunque les duela y capaces de siempre decir la verdad. ¿Eres franco con tu amigo aunque eso implique exponerle que está mal?
Proverbios 28.
Cuando el impío llega causa temor, si llega a tener poder la gente se le esconde, si hace riquezas terminaran en casa del justo y por si fuera poco son confiados. Mientras que la integridad será recompensada en este siglo y en el venidero. Dios se agrada en la integridad y aborrece la impiedad y el abuso sobre los pobre. Alguna vez leí de Francis Chan algo más o menos así: “ Las personas tibias no son capaces de escoger lo correcto por encima de lo popular porque les interesa más que piense la gente de ellos que Dios. “
Proverbios 29.
Cuanta sabiduría hay en la palabra. El que no atiende a la reprensión será quebrantado y de ahí se empieza una vez más a describir el problema que el necio es para la tierra y para el pueblo. Si reina la gente teme, si este tiene una conversación con un sabio o se enoja o se ríe pero no aprende. No tiene a interesarse en los pobres, es mas ni entiende su causa. Los necios también los identificas porque dan rienda suelta a su ira. No puede ser casualidad que en medio de tanto hablar de los impíos se menciona la importancia de corregir a los hijos y disciplinarlos así como se hace énfasis en tener visión y guardar la ley.
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