jueves, noviembre 24, 2011

2 Corintios 6-9. Santidad, generosidad y gratitud.

2 Corintios 6.
Se nos enseña la importancia de vivir apartados de aquello que en este mundo tiene una prioridad diferente a la nuestra. Esto es parte de la santidad.Los mismos apóstoles sabían que vivir tal estilo de vida causaría opiniones encontradas entre la gente. Sin embargo podemos confiar como ellos confiaron en que lo que importa bo es loq ue se ve sino lo que ellos sabían que eran. Pobres, locos y moribundos son solo algunos de los calificativos que recibieron por vivir para Dios sin reservas.

2 Corintios 7.
La santidad y el temor de Dios son cosas en las que nos vamos perfeccionando.
Pablo esta emocionado porque cuando Timoteo fue a Corinto pudo constatar el arrepentimiento en la iglesia. A esta Iglesia no olvidemos que se le ébanos reprendido fuertemente por casos de inmoralidad. Debemos de aprender de ellos la actitud de arrepentimiento, y cuando somos líderes debemos de alegrarnos de ver ese ejemplo de obediencia. Cuando Pablo y quienes le acompañaban estaban aspando un tiempo muy difícil en Macedonia, las buenas noticias de la actitud buena ante la corrección le fueron de gran consuelo y alegría. De ello podemos aprender a siempre encontrar el motivo para sentirnos consolados y alegres aun en medio de las pruebas mas difíciles.

2 Corintios 8.
Los problemas de Pablo en Macedonia no eran por la poca entrega de los santos ahí, de hecho ahí había gente muy devota. ofrendaban mas alla de sus posibilidades, y de ahí se deriva una invitación a los de Corinto a contribuir para otros mas necesitados. Una enseñanza poderosa surge en relación a este tema de la generosidad. Hay un énfasis enla honradez de los hombres que llevaran las ofrendas entregadas a su destino final. La transparencia y la honradez son vitales para una confianza en los dadores.

2 Corintios 9.
De nada sirve la buena intención de dar. Es necesario dar de hecho, administrar lo bien, y darlo conforme nos propusimos hacerlo. Pablo hace una aclaración mas. la cantidad y la actitud si cuentan, el que siembra poco recibe poco y el que siembra mucho recibirá mucho. La alegría en el dar es requerida para agradar a Dios. En el proceso de dar generosamente, se generan oraciones y acciones de gracias que también glorifican a Dios. Y finalmente el apóstol nos recuerda que todo es un regalo de Dios. Si damos algo es porque somos instrumentos de el para hacerlo.

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