martes, febrero 22, 2011

Dios de mandamientos y Dios de Victoria Deuteronomio 5, 6, 7

Deuteronomio 5.
Los diez mandamientos son dados en orden, después Moisés continuara dando mandamientos que son derivados de estos 10 principales. Dios nos da de manera sencilla y concreta principios generales para mantener una relación correcta con él y con nuestro prójimo. Los 4 primeros tratan de la exclusividad de Dios en nuestra vida. De que no haremos ídolos delante de él, acerca de que no hay otro en el nombre al cual daremos esa honra así como se enfatiza el apartar un día para dedicarlo completamente a el. Después se desarrollan todo los que conllevan el respeto a la vida bienes materiales y no materiales de los demás, e Incluso aquellos en los que aunque no les quitemos nada en nuestro corazón deseamos lo que no nos pertenece. Jesús mismo diría más adelante que en dos mandamientos se puede resumir toda esta ley. Se hace un recordatorio a la nueva generación de que fue porque ellos tuvieron miedo que el Señor les hablo solo a través de Moisés.
Deuteronomio 6.
Se da el gran mandamiento: “Y amarás a Jehová tu Dios de todo tu corazón, y de toda tu alma, y con todas tus fuerzas”, mismo que Jesús llamaría el primero y más grande de todos. Se exhorta a que obedezcan los mandamientos y los transmitan a sus hijos. La recompensa de ello es abundante. Se resume en una palabra:”Justicia”.
Deuteronomio 7.
Una advertencia muy importante les es dada: Que por ningún motivo deben mezclarse con los pueblos conquistados. El hacerlo les llevara a desviar su corazón para ser infieles a Dios. Las consecuencias serian graves. Y cuando Dios les manda que guarden sus estatutos, y les dice que ellos fueron escogidos no por ser un pueblo mejor sino porque Dios lo quiso así, les promete bendiciones en recompensa. La obediencia y fidelidad era la calve para ver la victoria ante a los enemigos que enfrentarían.

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