Éxodo 36 comienza con el llamado a Bezaleel y Aholiab. Quienes en los siguientes días trabajan para la construcción del tabernáculo de reunión son precisión sorprendente. La importancia de la obediencia en esta encomienda nos da hasta el día de hoy una serie de enseñanzas en torno al tabernáculo.
El capitulo 37 Continua relatándonos la hechura por estos talentosos hombres, de las cosas que se encontrarían dentro del tabernáculo de reunión: El arca del pacto, el propiciatorio, os dos querubines de oro, la mesa y los utensilios que habían de estar sobre la mesa, sus platos, sus cucharas, sus cubiertos y sus tazones, el candelero, el altar del incienso y el aceite santo de la unción. Todo de acuerdo a las instrucciones dadas por Moisés y previamente a el por Dios.
El capitulo 38. Se lleva a cabo la construcción del atrio y del altar de bronce que estaría ahí. En el verso 21 al 23 se mencionan varios de los principales involucrados en todo este trabajo. Después se continúa con el cálculo de los metales usados en el santuario. Es una cantidad impresionante la que el pueblo dio para ello. En el capítulo 40 Moisés levanta el tabernáculo por primera vez. Éxodo termina con la gloria de Dios llenando el tabernáculo de tal manera que Moisés no podía ni siquiera entrar. Y desde entonces hasta que entraron en la tierra prometido la nube del Señor fue la señal de a donde y cuando deberían de dirigirse.
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