Dios muestra su agrado por el orden en la naturaleza. Y en nuestras vidas como en la vida del pueblo de Israel, el orden trae multiples bendiciones y beneficios.
Números 1.
Se censan los hijos de Israel por sus tribus: 46 500 de Rubén, 59 300 de Simeón, 45 650 de Dan, 74 600 de Judá, 54 400 de Isacar, 57 400 de Zabulón, de José, 40 500 por Efraín y 32 500 por Manases, 35 400 de Benjamín, 72 700 de Dan, 41 500 de Aser y de Neftalí 53 400. El total de los hijos de Israel fue de 603 550. Después de ello se organizan a los Levitas quienes no son contados entre Israel.
Números 2.
Dios organiza al pueblo de manera que el orden no se pierda. Acampen por tribus y conserven su identidad.
Números 3.
Hasta el verso 40 se censan los Levitas. A partir del verso 41 se hace el cálculo de los primogénitos de Israel y se toma un levita por cada primogénito para consagrarse a Dios y tomar su lugar. La diferencia en número de los hijos primogénitos de los Israelitas se debe pagar a Aarón.
Números 4.
Se le delega a cada familia principal una actividad determinada en relación al servicio en el tabernáculo. Se establece una especie de organigrama que estipula a quien se le da cuentas en cada familia.
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