Ezequiel 20.
Cuando los líderes del pueblo vieron a consultar a Ezequiel como profeta de Dios, Dios le permitió al profeta que los atendiera siempre y cuando les dijera “sus verdades”. Y no solo las de ellos sino las de sus padres. Dios hace un sumario de cómo Dios inicio esta nación con un pacto en el cual ellos no cumplieron su parte. Aun así en su misericordia los saco de Egipto, por amor a su propio nombre en el cual juro. Después ellos no solo continuaron adorando los ídolos de Egipto sino que añadieron más a la lista, siendo así rebeldes. Es por eso que Dios va dar rienda a su enojo contra ellos castigándolos.
Ezequiel 21.
Dios le envía a Ezequiel a confirmar malas noticias. Ahora debe acompañar su mensaje oral con llantos y gemidos. Esto para hacer más dramático y enfático el hecho de que ya está por llegar el castigo. Una espada desenvainada lista para destruir es la expresión más usada en este capítulo. Para describir el castigo de Dios sobre Jerusalén y contra los amonitas.
Ezequiel 22.
Las maldades del pueblo de Jerusalén son descritas en este pasaje, y la sentencia es dada. Desde violaciones a mujeres menstruando y expresiones de que todos en el pueblo tienen algo que ver con la mujer de su prójimo, hasta el abuso de los pobres, menesterosos y extranjeros están incluidos en la lista. La sentencia es la destrucción de esa ciudad. El castigo por sus hechos repugnantes fue ejemplar tal como se profetizo por Ezequiel.
Ezequiel 23.
Aholiba y Ahola. Son los sobre nombres de Jerusalén y Samaria personificadas como dos esposas del Señor que se convierten en prostitutas espirituales. En este capítulo como en la mayoría de los anteriores se hace énfasis en 3 cosas: La idolatría o prostitución espiritual, la búsqueda de amantes a quienes sedujeron para que vinieran, y el haber pasado a los hijos que tenían para el Señor sobre el fuego. Por estas cosas y otras más se encendió la ira del señor.
Ezequiel 24.
Dos actos proféticos raros. El primero implica algo no muy difícil pero que básicamente tiene que ver con la forma en que Dios va a tratar a la ciudad que ya esta sitiada por los caldeos. Dios los consumirá como en una olla y destruirá lo echado a perder. Después Dios le anticipa a Ezequel que su esposa v a morir y que el no debe guardar luto por ella, lo cual será una señal de que el pueblo no guardara luto después de que muchos de ellos mueran en el inminente te ataque.
Ezequiel 25.
Amon, Moab, Edom y Filistea, son naciones vecinas del pueblo de Dios que han sido en diferentes tiempos, opresoras de la nación que Dios escogió, o bien se han burlado de su desgracia. Por eso todas ellas sufrirán de conquistas apabullantes con daños permanentes. Dios es justo no solo con su pueblo sino con los demás pueblos de la tierra.
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