lunes, agosto 01, 2011

Isaias 62-66

Isaías 62.
Isaías sabe lo que Dios quiere hacer con su pueblo, y él hora en la misma dirección que lo que se ha profetizado. Podemos aprender de el que la oración más efectiva siempre será aquella de acuerdo con su revelada voluntad. Dios desea un pueblo santo por lo tanto la oración para que su pueblo se santifique será contestada.

Isaías 63.
Dios es juez justo pero también es quien ejecuta la venganza. El amor de Dios es algo incomprensible para el hombre este capítulo nos muestra el Dios amoroso y misericordioso que es abandonado por el pueblo al que salvo y que vuelve a tener misericordia cuando oran a Él.
Isaías 64.
Dios es asombroso, santo y perfecto. ¿Cómo pueden entonces pecadores como nosotros ser salvos? Lo mismo se preguntaba Isaías pero al ver a la misericordia de Dios reconocía que era posible. Es necesario calmar cuando un pueblo está siendo azotado y pedirle a Dios que intervenga y en algún momento su disciplina pare.
Isaías 65.
Creo que todos hemos conocido gente religiosa que hace cosas que ofenden Dios. Personas que se sienten santas perro es obvio que no lo son. Idolatras y quienes no honran al Dios verdadero, también todos conocemos. Dios hará distinción entre ese tipo de personas y los que le aman y realmente le buscan, estos últimos serán guardados en el juicio como remanente y disfrutaran de las bendiciones mas grandes que Dios da a los hombres.

Isaías 66.
Dios traerá un juicio terrible sobre los que deliberadamente siguen pecando contra El. Y su bendición es maravillosa para los que permanecen en el y temiendo su palabra. Es un honor lo que hacia el final de este capítulo se revela. El como Dios envía a los de su pueblo a publicar su verdad en las naciones, aun mas allá de los mares (América y Oceanía estaban ahí incluidas). Dios tomaría de ellos sacerdotes y levitas. Muchos de nosotros estábamos incluidos en esa palabra profética.

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