jueves, agosto 11, 2011

Jeremías 34-39. Liderazgo cobarde que trae destrucción.

Jeremías 34.
Hacer un pacto con Dios y no cumplirlo puede apresurar el juicio de Dios o por lo menos queda claro que no lo detendrá. El liberar a los siervos hoy es algo que no se hace literalmente, pero a aquellos que nos hicieron daño bien los podemos liberar. Liberar y no volver a tomar cautivos. Ese sería el principio a aplicar. ¿Hay alguien a quien le has otorgado perdón de palabra y por quien aun sientes rencor de algún tipo?

Jeremías 35.
Mientras que el pueblo desobedeció a Dios hubo una familia que fue obediente al mandamiento de su líder espiritual. Los recabitas. La excelencia de su conducta puso en mayor evidencia la rebeldía del resto. ¿Estamos viviendo de tal manera que a los impíos les es adelantado su castigo? O tal vez muchos en realidad no se distinguen de las rebeldes multitudes. La recompensa de los recabitas era siempre tener descendencia delante del Señor.

Jeremías 36.
De esta historia destacan: Por una parte la fidelidad y obediencia del siervo Baruc, y por otro el cinismo irrespetuoso del rey Joacím que no se arrepintió ante las palabras escritas de Jeremías. ¿Qué crees que ocurrió unos años después con uno y con otro?

Jeremías 37.
Las palabras profetizadas a Joacím ya se habían cumplido y dos reyes mas han pasado por el trono. Sedequías manda arrestar a Jeremías por no dar un pronostico agradable. Sin embargo el reconocimiento del hombre de Dios no puede ser ignorado y aunque le mantiene en arraigo se encarga de que la vida de Jeremías no sea tocada. ¿Estamos dispuestos a poner en riesgo nuestra libertad si eso costase declarar las palabras de Dios?

Jeremías 38.
Se ve en Sedequías un rey con poca autoridad y temeroso de los demás líderes del pueblo. Primero el oprime al profeta de Dios por agradar a esos líderes y después demuestra su temor de ellos, al ir a ver a escondidas a Jeremías. También declara su temor a Jeremías con quien se compromete para no matarle si le declara ala verdad de lo que ocurrirá con él. ¿ Que clase de líder crees que eres? ¿Tienes miedo de los que lideran con tigo o actúas íntegramente aunque ellos no estén de acuerdo?

Jeremías 39.

Sedequías no se unió al propósito de Dios de disciplinar a Israel y por lo tanto sufrió del terrible juicio profetizado con anterioridad. Mientras que el hombre etiope que miro por el bienestar del profeta recibió una palabra de esperanza y ánimo. Dios no vio a la nacionalidad y condición del hombre sino al corazón.

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