Josue 6.
En este pasaje podemos aprender muchísimas cosas. Tratando de sintetizar podemos mencionar lo siguiente. Josue recibió instrucciones de Dios. Estas instrucciones eran un tanto extrañas. Comenzar una guerra dándole vueltas a las murallas protectoras de una ciudad no parece “inteligente” desde el punto de vista humano. No hay ninguna guerra de otro pueblo en la historia que se haya llevado a cabo de tal manera. Aun así Josue lo llevo a cabo tal y como Dios se lo dijo. El resultado fue una victoria fuera de serie. Los muros se cayeron y ganaron de forma aplastante. Josue mismo se cercioro de que Rahab la mujer que había ayudado a escapar a los espías que el antes había enviado recibiera el salvo conducto prometido.
Josue 7.
Acán mismo confiesa que fue lo que se llevo de lo que Dios había dicho que era maldito, y otro poco de lo que le correspondía al Señor. A veces podemos pensar que si el lo confeso debería ser perdonado. Pero en realidad debemos de recordar el hecho de que no fue sino hasta que 36 personas habían perdido la vida y Josue había hablado con Dios para preguntarle porque permitía que ocurriera esto, que se supo la razón de tales hechos. Y solo hasta que Dios mostró quien había cometido el pecado que salio a la luz. No fue su intención confesarlo antes, y aun reconociendo su pecado no pudo detener las consecuencias. Estas cosas nos muestran la realidad de un Dios de justicia mas allá de nuestras preconcepciones. Todos los que sabían de donde estaban las cosas tomadas y que lo encubrieron murieron con el.
Josue 8.
En este capitulo Dios da nuevamente victoria a su pueblo. Es una victoria que nuevamente contiene la característica de ser dirigida completamente por Dios. El da la estrategia y Josue obedece al pie de la letra. Tal cual recibió la instrucción destruye completamente la ciudad y la quema. En el libro de Josue nuevamente veremos como en la vida de todo persona que sirve a Dios se necesita una confianza y dependencia total de el para alcanzar aquello a lo cual nos ha llamado. Al termino de este mensaje Josue también lleva cabo un acto de adoración a través del levantamiento del altar que Moisés le había indicado que debía erigir. Tal altar debe ser elaborado conforme a la orden. Después de ello se lee las palabras de la ley al pueblo continuando así Josue dirigiendo al pueblo con toda obediencia a Dios y recordando al pueblo las leyes que se comprometieron a cumplir.
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