Deuteronomio 31.
Se relatan muchas cosas ocurridas en un solo día. Dios le dice a Moisés que llame a Josué. Moisés le da instrucciones previas a que comience a dirigir a su pueblo. Dios les llama a ambos para llevar a cabo el “pase de estafeta” y Dios manifiesta su respaldo a Josué. Sin embargo que carácter el de Josué. Dios está diciendo a Moisés desde ahora que el pueblo se descarrilara, y que deben de aprenderse una canción que les recuerda los hechos acontecidos así como les manifiesta que Dios les ama aun cuando ya sabía que le fallarían. Este capítulo cierra con la orden de guardar las piedras que contienen la ley junto con el arca de Dios.
Deuteronomio 32.
El conocido cantico de Moisés habla de Dios como la roca, como perfecto además de que le alaba, deja en claro que el pueblo el que tiene mancha. Este canto también menciona que Dios les ha guiado y dado abundancia, les ha protegido y prosperado, sin embargo también es un recordatorio de que ellos han sido idolatras, y por lo tanto cuando tal acción se repitiera entre el pueblo , la canción les sería una evidencia de la misericordia de Dios. El canto declara proféticamente que ante su alejamiento de Dios ellos serán también abandonados por él y llevados cautivos. Pero si ellos se vuelven a él. El les mostrara su poder para vengar y castigar a los enemigos suyos, mismos enemigos de su pueblo. Dios le permite a Moisés que vea la tierra prometida antes de morir.
Deuteronomio 33.
Es una bendición tribu por tribu que Moisés lleva a cabo. Pese a todo lo malo que ocurrirá a Israel por su corazón rebelde el carácter de Moisés una vez más sale a relucir. Esta bendición es hecha por el profeta más grande según la propia palabra. Es una bendición de victorias y abundancia para todos ellos.
Deuteronomio 34.
Moisés es llevado a la tierra alta de Moab. Ahí ve por última vez la tierra prometida para ser el único hombre en la biblia enterrado por Dios mismo. El pueblo le guarda luto por 30 días, y antes de esto El impone manos a Josué para que adquiera espíritu de sabiduría de parte de Dios.
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