Jueces 17.
Micaia es el nombre de un hombre de características que eran capaces de representar la condición del pueblo.
El hombre había robado a su madre y arrepentido se lo había regresado. Si bien esto puede parecernos una buena actitud es obvio que ignoraba por completo la ley de Dios. Tenía casa de dioses y el y su mama habían mandado hacer unos ídolos. Aun peor “consagrar” su hijo como sacerdote y mas a delante ¡Incluso a un levita! Los levitas eran consagrados a Dios. Por ningún motivo deberían ser sacerdotes para otra cosa. El error de Micaia responde a la ignorancia. Aun pensó que ahora seria bendecido por tener a un levita por sacerdote de su religión, que era todo un sincretismo de lo peor.
Jueces 18.
La confusión e Ignorancia no ere solo inherente a la tribu de Efraín a la que pertenecía Micaia. Sino de prácticamente toda la tribu de Dan Es importante ver que el don del levita para consultar a Dios no se va. Pues Dios le responde en algo que el consulta por los de Dan Dios quería que conquistaran y poseyeran la tierra por lo tanto no es de extrañarse que pese a su maldad Dios les permitiera ir. Pero es sorprendente que entre 600 hombres de Dan no haya un sabio que discierna que no es correcto no solo robarse a un levita que ya “sirve en un hogar” sino que incluso se lleven consigo sus imágenes. Ellos conquistan la tierra, pero eso no significa que Dios este contento con su falsa religión. LA referencia final respecto a los nietos de Moisés como sacerdotes nos ubican en que este pasaje debió ocurrir probablemente cerca de los tiempos en que Aod juzgaba.
Jueces 19.
Tal vez la historia más cruel y triste en Israel sea esta. La perversión es generalizada. Los de Efraín como ya habíamos visto vivían un sincretismo religioso terrible. Y un levita teniendo una concubina era algo que ofendía a Dios. Esta le fue infiel y después se regreso a vivir con su padre en Belén. La historia nos narra como en el camino un paisano suyo le ofrece un lugar para dormir en un pueblo de Benjamín por donde pasaban. Al estar en la plaza los hombres perversos lo vieron y planearon abusar de él. Es triste ver que el asunto tiene una aparente solución lamentable. Las mujeres deberían tener un valor menor para ellos, de otra forma no las ofrecerían para que les hicieran como quisieran. La perversión es generalizada. La mujer es violada toda la noche. Y su señor (recordemos que no estaban casados) se puede dormir sabiendo lo que le está pasando a ella. Es confuso que si bien había ido hasta tan lejos por ella también sea capaz de exponerla así. QUE POCO HOMBRE FUE ESTE LEVITA. Cuando sale la encuentra muerta y en su deseo de castigo para los de Gabaa la corta en pedacitos y las envía a cada tribu. Haciendo de este ya triste caso todo un problema de magnitud nacional.
Jueces 20.
La manera del levita de contar lo sucedido despertó los deseos más fuertes de hacer justicia en Israel por los hechos cometidos por Gabaa. Deciden venir contra Benjamín, que si bien era un pueblo perverso tenia excelentes guerreros de características únicas. Aun con una ventaja numérica enorme las primeras dos batallas con perdidas por Israel. Pierden varias docenas de miles de soldados. No es sino hasta que consultan a Dios varias veces y le ofrecen holocaustos que les es dad la estrategia para vencer. Esta incluía hacer algo que menoscabara el estado de ánimo de los Benjamitas. Es así como logran destruirles y con crueldad casi exterminan la tribu de benjamín. El castigo una vez mas es superior al pecado. Esto no es justicia es abuso.
Jueces 21.
Ahora hay que solucionar un problema. Que no sea exterminada por completo la tribu de Benjamín. Mandan a llamar a los sobrevivientes y les dan por mujeres (puesto que a las benjamitas las habían exterminado por completo) de un pueblo que no subió a la guerra y que por tanto era condenado a ser destruido matando a todos su habitantes. El ser vírgenes salvo a estas muchachas. Dios tiene siempre una solución. Al no serles suficientes les recomiendan robar algunas mujeres y ellos mismo les defenderían ante el caso de que sus familiares las reclamaran. Se podían excusar en que los padres no las habían dado a ellas para no caer en maldición por romper el juramento de no darles hijas. El pasaje termina diciendo algo que se repite en cada uno de estos últimos capítulos: “no había rey en Israel y cada uno hacia lo que bien le parecía” Esta expresión puede ser tomada como una explicación. En realidad no lo es. Es una evidencia de que hay un pueblo que si no tiene un líder humano no está dispuesto a obedecer a Dios por ser Dios. No está dispuesto a desarrollar una relación con el personal y nacional. Ellos quieren tener un Jefe, una figura humana. En ello radica gran parte del problema de Israel.
Podemos concluir que una nación completa puede estar cometiendo errores terribles. Pueden poner en peligro parte de su identidad nacional. Aun en este caso siendo el mismo pueblo de Dios. Los sincretismos religiosos son muy peligrosos. En parte porque el hecho de que Dios les responda en algunos asuntos les hace creer que están bien. Eso es muy peligroso. Dios ve el cuadro completo, no a individuos aislados, es por eso que aun en esa condición a veces interviene.
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