sábado, octubre 15, 2011

Marcos 14-16. Muriendo por ti, resucitando para darte poder.

Marcos 14.
A unos días de la pascua se está maquinando el plan para matar a Jesús mientras que una mujer hace un acto simbólico de ungimiento que preparaba a Jesús para la sepultura. Él lo explica a sus discípulos quienes consideraban desperdiciado el perfume. ¿Has tenido esa actitud de yo soy muy justo que tuvieron los discípulos? Yo creo que yo si pero me arrepiento de haber actuado así. Judas afina detalles y Jesús instituye la cena del Señor en donde sabiendo quien lo entregaría jamás le da un mal trato al mismo.
Todos prometieron fidelidad a Jesús en los tiempos de la lucha que venía, pero salieron huyendo con excepción de Juan. Aun cuando van a orar para estar preparados, su débil carne vence el espíritu y se quedan dormidos. En el arresto Judas tiene que besarlo para que los romanos que no lo conocían lo identificaran. Lo empezaron a maltratar y batallaron mucho para inculparlo pues hasta los falsos testigos no podían ponerse de acuerdo. Se cumple la triple negación de Pedro y Jesús sigue sin responder a las acusaciones.

Marcos 14.
Si bien Jesús había decidió morir para salvarnos, es interesante que conducta coma Pilato, la indiferencia ante la injusticia, la complacencia ante la presión social. Muchos podemos parecernos mucho a Pilato, pero de eso también daremos cuentas. La multitud alborotada por los religiosos pide crucificar a Jesús. Pilato se los entrega y es azotado burlado y maltratado. El Señor no respondía cosa alguna a sus acusaciones.
La muerte de Jesús es un relato de la injusticia de este mundo, de cómo el fue tal cual dice la palabra cual cordero al matadero sin decir palabra alguna y de cómo muchas mujeres fueron las que permanecieron fieles a él. José de arimetea fue un hombre valiente que reclamo el cuerpo de Jesús. Muchas veces se levantan nuevos valientes a falta de osadía de los líderes de los que se espera algo.
Marcos 15.
Jesús resucita el domingo, ángeles anuncias su resurrección a las mujeres que van a ver el cuerpo. Estas a su vez dan la noticia a los discípulos quienes NO LO CREEN, después el Señor se presenta a dos de ellos quienes cuentan a los demás y aun así siguen sin creer. Jesús finalmente se parece los once, les reprocho su incredulidad, pero después les dio indicaciones de predicar las buenas nuevas de salvación en el y bautizar a la gente. Declaro las señales que les respaldarían y desde entonces les respaldo con señales y milagros. Que tremendo es que el que cree sea salvo y que también le sigan tan poderosas señales. ES NECESARIO CREER.

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