lunes, octubre 03, 2011

Mateo 5-7. Nuevos estandares.

Mateo 5.
El sermón del monte es sumamente conocido. Jesús habla de gente que por poseer ciertas buenas actitudes será bendecida. Unos con heredar la tierra, otro con ver a Dios, otros heredando del reino, otros recibiendo buen trato y consolación. Cada buena actitud como estilo de vida será recompensada.
Jesús continúa predicando y establece desafíos para nuevos estandares en relación a: Vivir como ejemplo de excelencia, sal y luz. La ley, la ira, el adulterio, el divorcio, los juramentos y la venganza. Y el trato a los enemigos. En todo una norma más alta. Eso es lo que Jesús desafío a hacer un estilo de vida.
Mateo 6.
Ahora otros temas son tocados por Jesús, el dar a los pobres, que sea sin llamar la atención de los demás para que vean y alaben a uno, sino es secreto lo cual traerá recompensa de Dios. El ayunar sin repetir las mismas palabras, como en los rezos, sino hablar con Dios y hacerlo en privado, de hacerlo así se recibirá recompensa a tal oración.
Jesús menciona que no se puede servir a Dios y al dinero. Ambos quieren enseñorearse de tu corazón. La preocupación por las posesiones, la ropa y la comida reflejan que es el dinero quien reina en tu corazón. Buscar el reino de Dios por encima de cualquier otra cosa y vivir justamente es lo que refleja que Dios gobierna el corazón.


Mateo 7.
No juzgar a los demás es necesario para no ser igualmente juzgado, dado que todos nos equivocamos al juzgar ponemos un criterio que nos afectara a nosotros. Jesús además de ensenar esto, reto a pedir en oración y a mostrar como el padre responderá, a las cosas buenas que le pidamos. La lay se resumió por Jesús en has a los demás como quieres que te hagan, máxima millones de veces repetida en la historia.
Algo que no muchas veces nos gusta considerar es que Jesús dejo claro que la puerta al cielo es estrecha y difícil de pasar, pero la puerta a l infierno es una autopista ancha. En este capítulo también se nos ensena a identificar lo que la gente es por sus frutos, no por lo que digan.
Otro altísimo estándar es puesto, el de vivir haciendo verdaderamente la voluntad de Dios como un requisito para entrar en el reino del cielo. Esto es necesario y para ello y el hacer señales de todo tipo no es suficiente. Al final de este capítulo se lanza una enseñanza mas. Igualmente difícil pero con gran recompensa. Obedecer sus enseñanzas es comparado con edificar una cas inamovible sobre la roca, y el no hacerlo como edificarla sobre arena. Una permanecerá y la otra no.

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